Llegó de su Caracas natal (Venezuela) y llegó con su tranquilidad, serenidad, dulzura y suavidad al hablar.
E inundó con su serenidad, dulzura, suavidad y hermosura al hablar, los oídos de nuestro viejo y querido Maset de la Frater.
Señora Keyla de parte de todos los habitantes del Maset de Frater le damos a usted y a su hijo la bienvenida.
Y esperamos que nunca, pero nunca pierda usted, su serenidad, dulzura, suavidad y esa tranquilidad que tanto le caracteriza a usted al hablar.
Emilio
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