Un profesor de filosofía, en un colegio de Madrid, estaba dando clase y un alumno empezó a usar el móvil descaradamente. El profesor lógicamente se dio cuenta y se lo quitó, se lo devolvió al final de la clase, aun así, el alumno (Marcos) puso mala cara.
Al día siguiente, Marcos volvió a hacer lo mismo. Esta vez el profesor no se enteró y Marcos estuvo distraído durante la clase con el móvil, sin prestar atención.
Con esta historia podemos aprender que en la vida no siempre hay que hacer lo que uno quiere. ¡La vida siempre te da otra oportunidad, aprovéchala!!!!!!
Claudia Contreras
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